
Al final de la Calle de la Rosa se esconde un pequeño Edén para todos aquellos que buscan fórmulas sostenibles para el día a día. Foto: Nuria Suárez
Inés Álvarez decidió dejar su bien pagada profesión como docente medioambiental para embarcarse en una aventura guiada por su filosofía minimalista. El pasado 17 de junio abrió las puertas de su negocio a granel, donde encontramos alimentos, productos de limpieza y cuidado personal e incluso vino o cerveza.
¿Cómo surge LESS?
Surge por una necesidad casi puramente egoísta, pues yo ya llevaba un estilo de vida bastante minimalista, intentaba generar el mínimo posible de envases y me costaba mucho hacerlo en Tenerife. De hecho, al viajar por Europa, donde este tipo de negocio es más frecuente, me preguntaba cuándo abriría uno igual en la isla. Fue entonces cuando empecé a ahorrar, dejé mi trabajo como docente, que no me daba ninguna satisfacción, y decidí emprender.
¿De dónde proceden los productos?
Mi prioridad es siempre intentar que sean Km0 o nacionales. De hecho, mi idea inicial era conseguir todo productos de cercanía, pero al buscar proveedores descubrí que, o no hay suficiente producción para vender a granel o el precio es muy elevado, lo que hace muy difícil ser competitivo.
Imagino que se crearía un estigma sobre lo cara que es la tienda…
Exacto, otra de las cosas que he intentado es hacerlo asequible para la mayoría. Trabajo con muchos artículos eco, pero al final gran parte de la clientela es gente joven y si todos los productos seguían esta línea, muy pocos se podrían permitir hacer una compra completa sin plásticos.
«Hay productos que a nivel de sostenibilidad no cumplen con los ideales al venir del extranjero, es entonces cuando trato de que al menos sean ecológicos»
Inés Álvarez

¿Cuáles son los principales problemas que se presentan al llevar un negocio a granel y sin plásticos?
Mi mayor contratiempo es la distribución a Canarias. Llevo poco y ya he tenido varios problemas con el formato en que me envían los alimentos o el stock de los proveedores. Es muy difícil tener un stock constante en tienda, ya que los pedidos proceden en su mayoría de la Península y cancelan el pedido o llega incompleto si no hay disponibilidad. No sabes cuándo decirle al cliente que tendrás lo que busca.

Con la venta a través de la página web debe ser complicado…
Sí, cuando algo se agota las etiquetas que uso son «agotado» o «sin existencias» porque ni yo sé cuándo van a volver.
Otro de los inconvenientes es Sanidad, pues pone más trabas a un negocio como este, que vende alimentos secos con una seguridad bastante alta, que a la típica cafetería «guarrindonga».
¿De qué manera crees que, como indica la página web, ayudan «a la concienciación y a fomentar el consumo responsable para minimizar nuestro impacto en la naturaleza»?
Yo creo que es prácticamente una acción de redes sociales. Trato de aconsejar a los seguidores, e incluso a veces soy muy mala vendedora al indicarles que compren menos, solo la cantidad necesaria.
También doy mucha información sobre cómo utilizar algo, recetas, pros y contras… raramente promociono los productos directamente. Así consigo que la gente valore si realmente quiere el artículo y haga un consumo responsable para minimizar nuestro impacto en la naturaleza.

¿Qué consejo darías a quienes quieren dar el paso hacia una vida zero waste?, ¿por dónde deberían empezar?
Lo principal es no obsesionarse, porque es cierto que las críticas hacia el movimiento zero waste, razón por la que no suelo utilizar este término, hablan de la creciente obsesión por que toda tu basura de un mes quepa en un tarro.
Lo realmente importante es llegar al mínimo dentro de las capacidades de cada cual. No es solo el plástico, se trata de ser conscientes. Pensar, lo que compro, ¿por qué lo compro? y aprovechar al máximo los recursos de los que ya disponemos.
«Que tus residuos de la semana quepan en un tarro es prácticamente imposible, a nos ser que lleves una vida bastante ermitaña»
Inés Álvarez
Estoy de acuerdo, gran pecado el de obsesionarse…
Sí, sí, pero es que es imposible. Por el hecho de existir ya estás generando residuos e impacto medioambiental. La gente cuestiona tu filosofía por el simple hecho de tener un móvil.
Al final el zero waste tiene una parte marketiniana con la que yo no estoy de acuerdo. ¿De qué me sirve que alguien adquiera 84 champús secos? No es lo que yo abogo. Por ejemplo, la gente viene a comprar muchísimos anacardos a granel, que no deja de ser un producto importado de Vietnam y en consecuencia, poco sostenible. Botánicamente son legumbres, osea que mejor comprarse unas lentejas ja ja ja.

Tienen previsto poner en marcha workshops, ¿puedes adelantar algo?
La idea es que nazcan redes de colaboración con otra gente donde podamos hacer talleres, ya no solo enfocados a la reducción de residuos, sino ampliar hacia la alimentación consciente, autosuficiencia o reutilización. Como escribió Eduardo Galeano: “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.
¿Qué esperas conseguir con LESS?
Pues la verdad, no tengo ninguna expectativa a largo plazo. Como dije, es una iniciativa muy personal por lo que trataré de potenciar esta forma de consumo. Espero que salgan muchas más iniciativas parecidas para que nos faciliten los envíos e impulsen a la gente a reducir su consumo de plástico y comprar de forma consciente.
Qué sorpresa tan agradable contar con más iniciativas sostenibles y solidarias como la de LESS. Felicitaciones! Queda que nos animemos los demás a consumir más conscientemente
😉 Gracias por la labor de difusión