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Araceli Reymundo Izard es arquitecta bioclimática y forma parte del equipo motor que impulsa el  Proyecto Ecoejes, una iniciativa de desarrollo sostenible  promovida por el Área de Medioambiente del Cabildo de Tenerife basada en la economía circular entre zonas rurales y urbanas, interconectándolas para generar sinergias. El proyecto busca avanzar hacia la autosuficiencia y eficiencia en el uso de los recursos de los sectores estratégicos –agua, energía, agricultura, edificación…- por medio del desarrollo de las energías renovables, la agricultura, la gestión de aguas residuales, la rehabilitación del parque edificatorio ineficiente y la movilidad sostenible.

¿Cree que la concentración del trabajo es un motivo importante en los atascos?

Sí, estoy convencida. Nuestro proyecto Ecoejes se basa un poco en eso. Del análisis de los atascos, se ve que el porcentaje mayor de coches que hay en ellos proviene de estos lugares en los que se supone que no hay muchos puestos de trabajo. Tenerife funciona con un modelo bicéntrico en el tema laboral, sobre todo en el área metropolitana y la zona del suroeste. Sin embargo, una parte importante de la población vive en la vertiente norte. Los atascos no son solo por la cuestión laboral, sino también por el planeamiento disperso que se ha propiciado en los últimos años. Se han dado ayudas a la edificación nueva, y no a la rehabilitación urbana. Esto ha provocado un crecimiento de la periferia de la ciudad, por los incentivos fiscales que se le daba a los que compraran una vivienda nueva. Así proliferaron los adosados por fuera de las ciudades sin dotaciones próximas. Todo esto provoca que la gente utilice mucho el coche, vive en zonas muy diseminadas, y tiene que coger el automóvil para todo. Entre esto y la concentración laboral, se produce un nivel de tráfico desmesurado.

En los últimos años se ha producido un proceso de desplazamiento de la población de Tenerife hacia las ciudades debido al crecimiento del empleo en estas. ¿Como influye esto en el volumen de tráfico?

Si el trabajo está en las ciudades y la población vive en las ciudades los atascos deberían disminuir. Sin embargo, vemos como los atascos no solo no se reducen, sino que con la revitalización de la economía aumentan. También tenemos fuera de los núcleos urbanos muchos de los colegios. La sana antigua costumbre que había de llevar a los niños caminando al colegio ha desaparecido. En los que quedan en Santa Cruz, por ejemplo, muchas de las familias necesitan coger el coche para llevar a los niños a clase. Es un problema de dispersión urbana y falta de mezcla adecuada de usos del suelo. Este aspecto se podría agravar incluso con la vivienda vacacional ya que los turistas estarían habitando en lugares céntricos donde no necesitan algunas dotaciones como los colegios y los precios de las viviendas estarían desplazando a los residentes a la periferia, que si necesitan esas dotaciones.

En este sentido, la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona propone directrices de planificación de ciudades, con un interesante sistema de indicadores, con el fin de que las dotaciones que tienen que utilizar a diario los ciudadanos estén en equilibrio con la zona residencial. ¿Qué pasa si no se pone límites al alquiler vacacional, y la gente que tiene una vivienda en el centro le sale más rentable alquilárselo a un turista a un precio más elevado? Pues que un ciudadano con un poder adquisitivo menor no se puede permitir pagar ese precio, y termina mudándose a las afueras, lo que fomentaría aún más la movilidad.

¿Cree que la economía circular que se plantea en el Eco-Eje se podría aplicar a estos municipios de la vertiente norte que están teniendo problemas en la creación de empleo, y cuya población se ve obligada a la movilidad?

Por supuesto, creo que el interés básico que tiene el estudio de EcoEjes sobre el territorio es que es replicable. En cada territorio tendría su propio análisis DAFO. Y aunque tengan sus diferencias, siempre será posible (al menos aquí en Canarias) encontrar zonas con relieve donde aprovechar energías renovables. O también en cada porción de terreno a favor de la pendiente- a modo de gajos– suele haber asentamientos rurales en las cotas más altas, y zonas más urbanas en la costa. Por ejemplo, en el Ecoeje están la zona del Rosario -de carácter rural- y la zona de Añaza, Sobradillo, La Gallega…, en Santa Cruz y de carácter más urbano. Estos asentamientos generan aguas residuales, las zonas más urbanas gran cantidad de residuos orgánicos que podrían compostarse. Y en las zonas rurales suele haber suelos agrícolas abandonados que podrían ponerse en valor, aprovechando este compost y estas aguas correctamente depuradas para intentar fomentar una agricultura ecológica de kilómetro cero.

El adecuado estudio de estos gajosdel territorio -cada uno con su propio análisis DAFO, insisto- podría suponer un avance hacia territorios más autónomos, que gestionen mejor su energía -dependiente en la actualidad en el 90% de los combustibles fósiles-, del agua -que con los sistemas de gestión actuales consume ingentes cantidades de esta energía-, la producción de alimentos (que estamos importando el 90% de fuera), y la mejora de la residencia, reduciendo también, por tanto, la vulnerabilidad y las dependencias que tiene Canarias. Podríamos gestionar mejor la energía y hacerlo de forma local, no tendríamos pérdidas por transporte, aumentaríamos el uso de las renovables y podríamos fomentar el autoconsumo y el aprovechamiento de las aguas residuales a nivel local. Todo esto podría generar puestos de trabajo que estarían en el mismo gajo de territorio a estudiar, lo que podría contribuir al desarrollo económico sostenible de la zona disminuyendo las necesidades de movilidad.

En Detroit, la población ha disminuido desde los 50 hasta hoy de unos dos millones de habitantes a setecientos mil ante el fracaso de la industria automovilística en la ciudad. Sin embargo, se ha dado en esta un proceso de creación de agricultura urbana, creando huertos en el mismo centro. Además, está existiendo un cambio a nivel económico. ¿Podría pasar algo parecido en el pequeño municipio canario?

Particularmente, lo considero una cuestión de planificación estratégica. Analizar para cada caso cuáles son nuestras dependencias y cuales nuestras fortalezas y oportunidades. Con los recursos energéticos naturales que tenemos -sol viento, geotermia, maremotriz…-, no deberíamos depender al 90% de combustibles fósiles importados. El modelo energético canario es muy contaminante y además carísimo, y no lo pagamos solo los canarios, sino entre todas las personas que pagan el recibo de la luz en toda España. Lo lógico sería analizar donde estamos fallando e intentar mejorarlo. Con la gran cantidad de suelo agrícola de calidad que tenemos, podría generarse mucho más alimento en las islas para evitar tan dependencia del exterior en esta materia. Con las energías renovables, pasa igual.

Además, es triste que en una isla en la que tenemos un 50% de espacio protegido, tengamos más vías que otras regiones europeas más pobladas. Y siguen queriendo ampliar las carreteras. Poner más carriles no creo que vaya a solucionar nada. Quizás el atasco será más corto, pero seguirá habiendo un volumen de coches tan alto que seguirán produciéndose problemas. Por eso considero que debe seguirse una planificación estratégica del territorio, para intentar disminuir las necesidades de movilidad. La ampliación del viario, está demostrado que lo que hace es incentivar esta movilidad, con lo cual conducirá a sacrificios en el territorio que producirían más atascos

Suele hablarse de la poca adecuación de las vías al volumen de tráfico y de la falta de un transporte público realmente eficaz. Sin embargo, no se habla de la centralización del trabajo como una razón fundamental del problema de los atascos.

Es como la gestión de residuos. Los planes de residuos lo primero que deben hacer es reducir la producción de residuos, y ya después vemos como los reutilizamos, como los reciclamos, y luego como nos deshacemos de ellos. Pues con el tráfico es parecido, no conviene intentar soluciones para que quepan más coches. La prioridad sería ver cómo podemos reducir la necesidad de movilidad. Acercando el trabajo y las dotaciones a las zonas de residencia de la población y tratando de que estas zonas tengan una densidad urbana adecuada.

¿Cree que es sostenible este modelo de trabajo tan centralizado en las ciudades?

Creo que sería positivo revitalizar los pueblos. Se puede organizar la isla para que en la zona metropolitana trabaje el 80% de la gente. Pero a las personas que tienen que desplazarse desde los pueblos, le cuesta incluso solucionar la conciliación familiar. Hay gente que quiere vivir en los pueblos. Lo lógico es que pudieran hacerlo y tengan acceso a puestos de trabajo cerca de su domicilio, preferiblemente relacionados con el desarrollo sostenible, que hay mucho que hacer. Por esto creemos que los Ecoejes que planteamos es conveniente que abarquen una zona rural y una zona urbana para generar esta economía circular; en la primera se desarrollan las energías sostenibles y la agricultura, ojalá ecológica, y en la zona urbana se aprovechan estos recursos -también el autoconsumo energético en los edificios- y se producen aguas residuales y residuos orgánicos que se pueden utilizar para mejorar los suelos agrícolas. También se generarían servicios para la población del área rural. Por lo tanto se alimentaría esta economía circular que genera sinergia entre ambas zonas.

Pero para esto sería necesaria una planificación estratégica del territorio canario: cuáles son los problemas del archipiélago y hacia dónde queremos avanzar. Da la impresión de que, a menudo, son los empresarios los que proponen líneas de actuación empresariales, y que la administración les respalda con el fin de generar empleo. Sin embargo, me parece que también sería positivo que, con esta visión general de hacia dónde queremos avanzar, el gobierno fuera quien propusiera los planes a los empresarios, dándoles todo su apoyo e incentivos, con el fin de estructurar los servicios y desarrollar el territorio en base a una estrategia más holística.

¿Cree que el Cabildo está tomando las medidas adecuadas al respecto?

Yo estoy muy contenta con la sensibilidad demostrada por el área de Medioambiente del Cabildo de Tenerife; el consejero no podría mostrarse más sensible sobre este tema, y dio luz verde en su día al desarrollo de este proyecto piloto que es el Ecoeje Birmágen-Costa de Añaza. También el Cabildo desde el Área Tenerife 2030 puso dinerorecursos al servicio de los clusters de Tenerife para que investigaran sobre este Eco-Eje en 2016 y 2017 y han salido unas propuestas muy estimulantes. Lo que echamos de menos es la transversalidad entre las áreas del Cabildo, especialmente la de Agricultura, que tendría mucho que aportar a este proyecto, especialmente en la zona rural.

¿Qué nuevos proyectos se plantean ahora?

Estamos intentando replicar el modelo en la zona de la Orotava, territorios donde existe un extraordinario potencial. Uno de los grandes atascos que se detectan diariamente proviene de la autopista del norte. Si pudiésemos generar economías locales en esa zona y evitar a toda esa gente el desplazamiento diario a la zona metropolitana sería un indicador muy estimulante.

Otro ayuntamiento interesante para el estudio de un Ecoeje sería La Matanza donde ya se están dando grandes pasos en pro del desarrollo sostenible.

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